FOTO: Ixbalanqué DANELL PÉREZ
Fitch Ratings, Nueva York.- Las renegociaciones en curso del Tratado de libre Comercio de América del Norte (TLCAN) probablemente no llevarán a una revocación plena del acuerdo, y el pacto final no debería tener un impacto significativo en el acceso comercial de México a los Estados Unidos, según Fitch Ratings. Sin embargo, la extensión reciente del período de negociación y los comentarios de cada gobierno después de las conclusiones de la cuarta ronda de charlas han destacado la incertidumbre creciente y los riesgos para el tratado.
Si Estados Unidos se retira del TLCAN la economía mexicana se enfrentaría a una incertidumbre importante, que muy probablemente llevaría a una pérdida inmediata de confianza y, en el corto plazo, mayor volatilidad del mercado. El crecimiento se desaceleraría en el mediano plazo, partiendo de una base que ya es modesta, ya que la disrupción inicial probablemente resultaría en una inversión menor y en una dislocación del comercio con efectos potencialmente prolongados en la confianza del consumidor. También actuaría como un shock negativo para la productividad que afectaría potencialmente las tasas de crecimiento en el mediano y largo plazo. La revocatoria del TLCAN significaría volver a las reglas de la Organización Mundial del Comercio (OMC); sin embargo, las reglas de la OMC no son tan exhaustivas y las tarifas podrían aumentar para ciertos sectores exportadores de México.
Las exportaciones de autos mexicanos y de otros sectores diversos de manufactura serían, entre otros, los segmentos más expuestos de la economía. Las cadenas de distribución se han vuelto sustancialmente interconectadas después de 23 años del TLCAN, y las industrias que exportan la mayoría de sus productos a Estados Unidos, como los autos, se verían directamente afectadas de imponerse tarifas más altas. Los sectores no manufactureros como propiedad y bienes raíces, ventas al por mayor y banca también podrían afectarse de un crecimiento menor, una confianza inversionista más baja y volatilidad cambiaria.
El nivel alto de integración en las cadenas de distribución y las ventajas subyacentes en los costos de la manufactura en México, sin embargo, podrían actuar como incentivos para la producción que depende de la escala de las tarifas nuevas. Este caso se debe especialmente a la capacidad alta de utilización de las industrias de autos en Estados Unidos (94% en 2016). La depreciación del peso mexicano, que sería muy probable si Estados Unidos se retira del TLCAN, también ayudaría la competitividad de las industrias orientadas a la exportación. Diversificar el comercio a mercados por fuera de Estados Unidos también podría ser una opción en el largo plazo para las industrias mexicanas.