Telenovela contra el SIDA

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FOTO: Banco Mundial

Una joven con un vestido de noche corto se mira en el espejo y se acerca a la cama, donde dormita su amante, un hombre que la supera en edad y en recursos (y que, sin saberlo ella, es portador del VIH). Mientras pone su teléfono en su cartera, ve que hay un preservativo sin usar en el velador, lo toma y lo bota al suelo.

Se inclina sobre la cama y trata de quitarle al hombre su reloj de oro, pero este se despierta y le pregunta qué está haciendo. “Me lo debes, no usaste condón anoche… de nuevo”, dice ella, abrochándose el reloj en su muñeca. “¿Comes una naranja con la cáscara?”, pregunta el hombre a modo de respuesta. “No es lo mismo, cariño”, contesta la joven.

Esta escena de la telenovela “Shuga” de MTV entrega pistas de los problemas que vendrán. Se trata de una pequeña muestra de la atrevida temática que se abordó en la tercera temporada de la serie televisiva, filmada en Nigeria y transmitida en más de 70 países. Pero este programa no es una simple telenovela. Es una forma de entretenimiento educativo o “edutainment” en que se usan los medios de comunicación para educar a las personas y promover un cambio de las conductas, a menudo con resultados asombrosos.

La telenovela, “Shuga”, producida por la Fundación Staying Alive de MTV y apoyada entre otros por UNICEF, el Plan de Emergencia del Presidente de los Estados Unidos para el Alivio del Sida y la Fundación Bill y Melinda Gates, tiene como objetivo sensibilizar a los jóvenes acerca de los peligros de los comportamientos sexuales riesgosos en la era del VIH/sida. Aproximadamente 1,5 millones de personas en África al sur del Sahara se infectan con el VIH cada año. Nigeria —con 3,2 millones de infectados o el 9 % de la carga mundial de la enfermedad— ocupa el segundo lugar después de Sudáfrica en cuanto al número de personas que viven con el VIH/sida en todo el mundo. En África al sur del Sahara, cuatro de cada 10 nuevas infecciones afectan a personas menores de 25 años.

La telenovela “Shuga” de MTV espera aprovechar el rápido aumento de la cantidad de hogares que tienen TV en África para difundir información sobre el VIH, alentar a los jóvenes a hacerse la prueba de detección del virus y luchar contra la violencia de género. Pero ¿puede un programa como este cambiar las vidas de las personas o incluso evitar que se transformen en víctimas fatales?

En un estudio (PDF, en inglés) realizado en Nigeria por el grupo de Evaluación del Impacto sobre el Desarrollo (DIME) del Banco Mundial, que forma parte del Departamento de Investigaciones, se determinó que la telenovela Shuga de MTV tiene el poder de influir en los comportamientos. Seis meses después de que los participantes vieron la serie en proyecciones comunitarias, ellos tenían el doble de probabilidades de realizarse la prueba del VIH. Las infecciones de clamidia disminuyeron en un 58 % entre las mujeres y las personas tenían un 14 % menos de probabilidades de tener parejas sexuales simultáneas, según el estudio, financiado por la Fundación Gates y el Departamento de Desarrollo Internacional del Gobierno del Reino Unido. Estos resultados se presentaron en febrero en un evento de alto nivel en el Banco Mundial con el fin de analizar las consecuencias en materia de políticas de esta y otras investigaciones realizadas en el sector de la salud en Nigeria.

Abhijit Banerjee, economista del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT) y uno de los principales investigadores del estudio, dijo que la reducción de las infecciones de clamidia, en particular, es “extraordinaria. Esto indica que las personas realmente están tomando precauciones y están siendo más cuidadosas al elegir sus parejas sexuales”.

Banerjee trabajó con Eliana La Ferrara de la Universidad Bocconi de Milán y Víctor Hugo Orozco-Olvera del Banco Mundial en la evaluación del impacto de la telenovela “Shuga” de MTV. El estudio incluyó 240 proyecciones comunitarias de la serie televisiva y de un programa placebo en el sudoeste de Nigeria. Se realizaron entrevistas a más de 5000 participantes antes e inmediatamente después de las proyecciones, y luego de seis meses.

Las conclusiones del estudio indican que el entretenimiento educativo puede tener mayor influencia y ser más y rentable que las campañas tradicionales en favor del cambio de conductas, y que las campañas que promueven los cambios de comportamiento frente al VIH y otros problemas pueden ser más exitosas con la ayuda de narradores profesionales, es decir “aquellos que pueden llegar a las mentes y los corazones de las audiencias”, señaló Orozco.

“Los cambios de las conductas son una especie de santo grial de numerosas políticas sociales”, dijo Banerjee. “En los últimos años hemos aprendido con gran esfuerzo que es muy difícil conseguir esos cambios. Se puede decir a las personas que algo no les conviene, que algo no es bueno para ellas, o que [cierta conducta] les ayudaría a ser más felices y saludables, pero no funciona así”.

Un programa como “Shuga” de MTV, por otro lado, tiene personajes complejos que invitan a los espectadores a entrar en sus mundos. “Son personas reales que captan la atención de la audiencia. Creo que eso hace que un programa como ‘Shuga’ sea tan poderoso”.

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